La diabetes en los niños se pasa por alto o no se diagnostica correctamente, puesto que los síntomas pueden llegarse a confundir incluso con una gripe normal, si no se detecta tempranamente, puede llegar a ser mortal o provocar una lesión cerebral seria.
Para detectar el padecimiento, informó el doctor Fernando Vallejo Díaz, director del Hospital IMSS, sólo se hace una prueba de glucosa en muestras de sangre.
Indicó que el Instituto Mexicano del Seguro Social a nivel nacional ha dado la cifra de que hay 400 mil jóvenes menores de 15 años que sufren de diabetes “Tipo 1” o “Tipo 2” y que la principal causa de ello es una inadecuada nutrición, falta de actividad física y sedentarismo, aunado a que más del 70% de los mexicanos padece obesidad.
La campaña que el Instituto está realizando –recalcó- no sólo a través del módulo Diabetims que ha sido reconocido como de los mejores a nivel nacional, de la clínica y del hospital, sino se extiende cada vez más con mensajes y orientaciones hacia los usuarios.
Y es que se debe entender que en el caso de la diabetes tipo 1 no hay manera de prevenirla pero la 2 y que es el mayor número de casos sí es posible a través de la estrategia de la alimentación, dijo.
“El primer causal, insisto, de la diabetes tipo 2 es la obesidad, problema muy recurrente en nuestro municipio y la región, sobre todo en niños de entre 6 y 7 años de edad, lo que genera una serie de deficiencias en la vida de éstos y propicia un futuro poco alentador, las cifras no sólo se quedan ahí, sino que sumadas a nivel nacional están haciendo que México sea el País con mayor índice de niños con sobrepeso y obesidad de todo el mundo.
“En la información que nos están trasmitiendo a nivel nacional se muestra que 4.5 millones de niños sufren exceso de peso y obesidad, esto no es sorpresivo porque en el caso de La Piedad que hemos estado atentos a la estadística, encontramos que ya desde el año 1980, los mexicanos que sufren de esta enfermedad se han triplicado y por ello se trata de una tendencia que se está atacando”, dijo.
Luego explicó que con la diabetes tipo 1, los niños comienzan a sentir una sed marcada, dejan de alimentarse de forma normal y disminuye su actividad producto de la sensación de cansancio, mientras que en la tipo 2, son los mismos síntomas, sin embargo éstos no se extienden sólo por 3 semanas, sino que pueden durar meses y es más fácil detectarlos.
La posibilidad de llevar una vida normal, para un niño que sufre de diabetes, ya no sólo depende de observar un estilo de vida saludable, sino también de tomar todos los medicamentos para controlarla y en algunos casos ya es incluso insulina, por lo que están conminados a vivir una vida condicionada y hasta frustrante.
“Y para todo diabético, no sólo en el caso de los niños existe algo muy importante que es, valga la redundancia, tener control del descontrol, es primordial, por ello se tienen que tomar las medidas de forma rápida y oportuna, asegurando así que no haya un exceso de calorías y azúcares.
“Los niños necesitan una dieta rica en fibras y pobre en azúcar, lo ideal es disminuir la ingesta de azúcares de absorción rápida como el refinado, moreno, cristal y de miel, y sustituirlos por los que ya existen en las pastas y frutas”.
La licenciada en enfermería Claudia Guadalupe Toscano, directora de Diabetims, destacó que las consecuencias de un mal control en la diabetes infantil, puede provocar una cetoacidosis diabética, que es acumulación de exceso de ácidos en el cuerpo y es la mayor causa de muerte en niños.
Los niños y adolescentes con diabetes tipo 2, muestran mayor probabilidad de adquirir hipertensión o colesterol y triglicéridos). A largo plazo la diabetes puede causar pérdida de la visión, infarto, derrame, hipertensión, enfermedades pulmonares e insuficiencia renal.
Trastoca su vida cotidiana
Al igual que en los adultos, la diabetes en los niños trastoca su vida cotidiana, y puede llegar a interferir en el desarrollo normal de las tareas propias de la infancia, incluido el buen seguimiento escolar.
Con la campaña de este año, las autoridades de salud en Michoacán, pretenden aumentar la concientización sobre la creciente prevalencia de la diabetes en niños, promover el diagnóstico temprano y una buena educación para el control de la enfermedad.
Estos dos factores son cruciales para reducir las complicaciones, disminuir la discapacidad y salvar vidas.
A la par, la Secretaría de Salud en el estado sostiene que el sector médico debe seguir actualizándose pero de forma especial en el aspecto de diabetes.
Por ello, han invitado a todos los médicos a mejorar su conocimiento a través de recomendaciones basadas en evidencia y poner dichas recomendaciones en práctica.
Al público en general, lo han alertado a entender el serio impacto que tiene la diabetes y saber, cuando sea posible, cómo evitarla a retrasarla y sus complicaciones.
En la entidad hay 370 personas en grupos de ayuda mutua, con vigilancia médica y la combinación de actividad física y una adecuada alimentación, con lo que han demostrado que los pacientes con diabetes no deben tener un destino fatal.
Con recomendaciones médicas, de nutrición y actividad física se puede tener una excelente calidad de vida, convivir con la enfermedad y sobre todo ser feliz.
La exhortación es para que la población acuda a las unidades de salud para realizarse las pruebas de detección de esta enfermedad y poder descartarla o entrar a tratamiento. Además de la importancia de llevar estilos de vida saludables con el fin de mantener alejada esta enfermedad y sus complicaciones.
Testimonio. ‘No puedo ni probar lo que se me antoja’
“Me piden que no coma dulces, que tome agua, que ni siquiera pruebe mango y que me gusta tanto.
“No me celebran cumpleaños porque no puedo comer pastel, no puedo hacer mucho ejercicio, ni siquiera puedo tener accidentes”, comentó Jesús, un niño de 9 años diabético.
El pequeño es el segundo de una familia de seis integrantes, a él lo diagnosticaron como prediabético hace dos años.
Sin embargo, al no tener una atención médica adecuada además de no seguir una dieta pertinente, le llevó a tener un desmayo, lo que alertó a los padres y la atención médica urgente, aunque el diagnóstico ya fue lamentable.
Ahora, el pequeño tiene que lidiar entre un cambio de hábitos que no es fácil para su mamá y mucho menos para él, que le prohibieron comer las cosas que le gustan y se le antojan.
Al igual que Jesús, hay unos 5 millones de niños que padecen obesidad en México y pueden correr el mismo riesgo, como 10 millones de personas en nuestro País que ya tienen esta enfermedad, lo que ha declarado a México País en emergencia nacional.